sábado, 30 de junio de 2012

Itinerario por el Portugal de El Fuego envuelve tu nombre

Tendemos a asociar Portugal con Lisboa, su capital. Visualizamos el intrincado itinerario de los viejos tranvías; recordamos el Chiado, los fados o la poesía de Pessoa… Sin embargo, hay otro Portugal. Uno desconocido, intenso, amable. El de los pequeños pueblos y poblaciones que se extienden a lo largo de su territorio.

El escenario portugués de El Fuego envuelve tu nombre recrea una minúscula parte de este maravilloso conjunto de paisajes, encantadoras poblaciones antiguas, y naturaleza en estado puro, situados al norte, en la desembocadura del río Miño, en la raia o frontera natural, que une y separa Portugal de España.

En el capítulo 14, Amanda Cunha, la protagonista llega a Moledo, el pueblo bañado por las aguas del Atlántico, donde veranea su familia:

“Amanda enfiló el camino que conducía a la casa de su niñez y detuvo el coche. Sus músculos contraídos por la larga conducción parecieron relajarse. Se apeó, se descalzó e introdujo los pies en un montículo de arena caliente que el viento había ido acumulando al borde del camino.”

Tomando como base este lugar, voy a trazar un itinerario, que sirva de excusa para hacer un viajecito corto por estas tierras portuguesas.

Moledo nació como pueblo de veraneo a principios del XX, cuando políticos y famosos, decidieron  pasar allí su época de descanso. Posee una playa de más de dos kilómetros de arena blanquísima, batida a por las olas y los vientos del Atlántico. Es un lugar ideal para relajarse, para practicar Windsurf, para navegar. Está muy bien protegido por la Mata do Camarido, el bosque de pinos que el rey don Dinís de Portugal mandó plantar en el siglo XV para sostener las dunas.

“El aroma del Atlántico subía hacia la enorme masa boscosa con tantos siglos de existencia.” (página 312)

Desde la playa de Moledo, podemos contemplar la desembocadura del Miño, con el monte Santa Tecla (la “gran teta”, como se le llama de manera popular por su peculiar forma), en el lado español, y el isla da Ínsua, a modo de barco varado en plena desembocadura.

 
Playa de Moledo con Santa Trega al fondo


“A pesar de la naciente oscuridad, aún se adivinaba la mole cónica del mítico Santa Tegra, en el lado español y el Forte da Ínsua, el antiguo baluarte portugués en la desembocadura del Miño.” (página, 315).

El veraneo de Moledo es de playa, de paseos, de buenas comidas, y de  apacibles sesiones nocturnas, saboreando helados, café y vino de oporto, en cualquiera de los locales de la playa, al arrullo de las olas.

“(Rafael) había ido derribando una a una todas las barreras que ella había levantado hasta lograr que creyera y confiara en él (…) Porque a Rafael lo amaba más que a su propia vida (…).

—Que levante la mano quien quiera un oporto.” (página 322)



¿Qué excursiones hacer?



1.- Visita a las ciudades fortificadas: Caminha (a pocos kilómetros de Moledo), Vilanova de Cerveira y Valença do Miño, esta última, en la frontera con España, conserva intactos sus dos recintos fortificados. Son ciudades para pasear, descansar en una terraza bajo los árboles de sus plazas públicas y comprar. Son famosas sus ferias: la de Valença, los miércoles; la de Vilanova de Cerveira, los sábados.

Vista de Valença do Minho

2.- Una escapada a Ponte Lima (autopista A-1, frontera portuguesa – Porto), en el interior. Una de las ciudades más bonitas, enclavada junto al río Lima, el llamado “Río del Olvido” por el que sentían terror las tropas romanas que se asentaron en este territorio. Según la leyenda, al atravesar el río, se borraba la memoria. Un centurión romano tuvo que llamar uno a uno a sus soldados por su nombre propio para demostrarles que la leyenda no era cierta, y así obligarlos a cruzar a la otra orilla.  Cada verano se celebra un festival de jardines, en el parque junto a la fantástica piscina municipal:    

Festival Internacional de Jardins, de Ponte de Lima



Rafael Herrera llama por teléfono a Amanda desde Ponte de Lima:




“La voz que respondió a su saludo no era la esperada.

Sus piernas flojearon.

Ama, ¿estás ahí?

La voz se le trabó.

—Claro que estoy aquí. ¿Quién crees que ha contestado al teléfono?

Oyó su risa baja. Aumentó la incomodidad de ella.

—Pero que malas pulgas tienes  (…). ¿Seré yo el que te altera?

(…)

—Rafael, supongo que no me has llamado a estas horas para hablar de mi temperamento (…).” (página, 173)



Puente sobre el río Lima (el "río del olvido")


3.- Otra escapada, esta vez, al lado español: cruzando desde Caminha por el trasbordador, llegamos a Camposantos, de ahí a A Guarda (subir al Monte Santa Tecla para observar el maravilloso paisaje de la desembocadura del Miño y del Atlántico; visitar la citania celta). Seguir la línea de la costa, entre bosques, recorriendo la línea del rompeolas, se llega a Bayona La Real, puerto que tuvo la primera noticia del descubrimiento de América, con la llegada de la carabela Pinta.  Vigo está a unos treinta kilómetros.

Por los puentes internacionales: desde  Vilanova de Cerveira, para hacer un recorrido por la zona de El Rosal, y probar su excelente vino de albariño. Desde Valença do Miño, por el antiguo puente de hierro (proyectado por un discípulo de Eiffel) se llega a Tui. Una visita a la zona antigua y a la catedral merece la pena. Para relajarse nada como un café en el jardín del Parador de Turismo. O un paseo por la senda peatonal del Miño.



¿Qué comer?

Pescado grelhado (a la parrilla) o en caldeirada (guisado con verduras), y marisco de la costa, cocido o con arroz caldoso (merece la pena el arroz de mariscos). Carnes grelhadas, (delicioso el porco preto (negro), similar a nuestro cerdo ibérico). Por supuesto, no puede faltar el bacalao, preparado de cien mil maneras distintas.



¿Qué comprar?

Objetos de latón en Caminha y Vilanova. Ropa de casa de algodón y lino, originales detalles de decoración, de vajilla (como las de porcelana de Vista Alegre) o de menaje de cocina, ropa…, en Valença. VINOS: del Douro o del Alentejo; albariños blancos de Mónçao; vinho verde (ácido, un poco espumoso, con agulha –aguja- típico de la provincia del Minho); oportos (vino fortificado, con la denominación de origen más antigua de Europa)…



Mi receta de bacalhau grelhado (bacalao al grill)

Este es un plato que hacemos mucho en casa. No tengo fotos nuestras, asíq ue tomo esta prestada.


Ingredientes para 4 personas


4 lomos de bacalao bien desalados (ponerlo en agua 48 horas antes, cambiándosela con frecuencia, unas cinco veces al día. Mejor dejarlo en la nevera mientras se desala)

1 cebolla que no pique

Aceitunas negras

Aceite de oliva virgen (ideal si es un aceite del Douro o del Alentejo, ambos en Portugal)

Patatas pequeñas con piel y bien lavadas

Modo de hacerlo


1.- Colocar las patatas en una fuerte de horno. Salar. Cubrir con papel de aluminio y hornear durante 1 hora a  200º. Quitar el aluminio en los últimos minutos para que se dore la piel de la patata.

2.- Sacar el bacalao del agua. Secarlo bien con un paño, apretando un poco para quitar toda la humedad.

3.- Poner una plancha al fuego con aceite. Calentarla bien. Dorar a alta temperatura, los trozos de bacalao, primero por el lado de la piel, y después por el otro. No pasarlos mucho, para evitar que se resequen. Darle la vuelta con mucho cuidado para que no se rompan. Lo bonito es sacar las tajadas de bacalao enteras y bien doradas.

4.- Colocar sobre la fuente de servir, acompañado de las patatas asadas, la cebolla en rodelas, y las aceitunas. Regar con un buen chorro de aceite.

6 comentarios:

  1. Cada vez que voy a esa zona, me acerco a Valença do Minho. La primera vez que fui, parecía que el tiempo se había detenido. Ahora hay más comercio y muchos más turistas pero sigue siendo preciosa y acogedora y se come de maravilla.
    Lydia, me estás poniendo los dientes largos con tus propuestas de vacaciones.

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    1. Pues anímate. Nos vamos las dos a recorrer la desembocadura do pai Minho.

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  2. Hola, Lydia.
    Un placer el viaje, magníficas vistas y excelente cocina para reponer fuerzas.
    ¡Enhorabuena!
    Gracias y un cordial saludo.

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    1. Gracias a ti por leer mis pobres comentarios. Portugal siempre merece la pena. Su gastronomía es un lujo.

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  3. Llevo creo que ya dos años sin bajar a Portugal. Es siempre una delicia viajar por esas tierras. Y del bacalhau grelhado mejor no digo nada, jeje.
    Besos y feliz viernes!

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    1. Pues anímate, Carmen, Portugal es una maravilla, a pesar de la faena que nos han hecho ahora con el pago en autovías. A por bacalhau!!!

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