La casa torre de los Olabide, esencia de Los Ojos del Bosque

Todo novelista imagina un escenario especial en el que desarrollar su historia. Algunos de estos escenarios cobran vida y terminan por convertirse en un personaje más.

Esto es lo que ocurre con la Casa torre de los Olabide, donde Bruno Elorza y Cristina Olabide vivirán una intensa y apasionada historia de amor. 

Un lugar que habla del pasado, de la tradición familiar, y que guarda entre sus paredes un secreto  que amenaza la vida de los protagonistas.

Casa torre en Guipúzcoa

Así la ve Bruno el día que llega a ella por primera vez:

"Era la típica casa señorial de la zona. Tenía balconadas de forja, con maceteros de barro cocido, algo deteriorados, llenos de flores. Adosada a ella estaba una rechoncha torre medieval fortificada. Conservaba en perfecto estado el arco de medio punto de la entrada, con el escudo encima de la clave. Unas pequeñas troneras aparecían salteadas aquí y allá. Los distintos aparejos, rústico el del torreón, de sillería y ladrillo visto el de la casa, podrían haber dado como resultado una construcción estrambótica, pero su simbiosis era tan perfecta que no se podría imaginar la una sin la otra."

En su interior:

"El suelo de piedra del zaguán aparecía cubierto por gruesas alfombras rústicas algo desgastadas por el uso. Estaba decorado con muebles antiguos de aire popular, de formas recias y austeras..."

 Escaleras de subida a la primera planta 

"Colgados en las paredes, una serie de retratos. Ellas, con rostros delicados y aspecto de beatas...

                            

Ellos, con caras enrojecidas, anchas y gruesas, propias de la aristocracia rural bebedora, bien alimentada

                               

Son los Olabide, se dijo Bruno".

                                       Los ojos del Bosque, de Lydia Leyte